Hace seis
semanas que enseñe uno de mis hechizos a Raul, se había enamorado de una de sus
vecinas una mujer exuberantemente perfecta, de cuerpo de increíble, para los
mortales, ya que tenia unas tetas enormes, un culo carnoso ósea un cuerpo de
infarto, rostro aniñado y de pelo castaño claro. Todo lo que había deseado un
hombre mientras miraba por su ventana.
El chico
dudaba ante lo que estaba a punto de hacer, pero yo le convencí para que lo hiciera,
ya que era algo muy seguro, sin saber todo lo que le estaba escondiendo. Mi
conejillo de indias para mis hechizos llego a creerme que el entraría en su
cuerpo y con facilidad podría salir.
Sin saber
lo que pasaría realmente, si podría entrar en su añorada y deliciosa vecina de
tetas jugosas, pero su mente, su cuerpo se hubiera convertido en energía y al
entrar en su cuerpo destruiría la personalidad de Katerina (Así se llamaba la
vecina) y le dejaría encerrado para siempre en su cuerpo, no tendría a que
cuerpo masculino volver y yo me divertiría al ver cómo le calentaría poco a
poco su ganas de follar y se transformaría en una vecina ninfómana con ganas de
hacerlo con cualquiera.
Primero fue
jolgorio y diversión, una gran dimensión de manoseos y masturbación se abrió frente
a él, a hora era ella.
Lo
primero que hizo es que comenzaran a votar esos perfectos senos tan grandes y
tan hermosos votaran sin cesar, con cada movimiento le ponían más cachonda y
solo pensó en tocarse, en masturbarse y no pararía, hasta agotarse y sin
saberlo seria una mujer para siempre ya que no tenia un cuerpo masculino donde
volver.
Apretó esos
senos tan perfectos y sintió tanto placer en sus pezones, que no podía dejar de
manosear y disfrutar de apretar esas tetas, hasta sentía como la leche materna salía
a propulsión de ellas al presionarlas, dejándola aun mas cachonda.
Con gran
placer descubrió que su nuevo cuerpo, el cuerpo que se quedaría para siempre
tenia juguetes para darse gusto a su coño y lo uso con mucho placer, el placer
le recorría todo su cuerpo, solo podía pensar en disfrutarlo y lo aria, le encantaba
y no podía pensar en volver a su cuerpo masculino, hasta puede ser que deseara
volver cuando llegar su novio, el novio de ese cuerpo donde estaba para siempre.
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